Consejo del Sabio

 Consejo del sabio
Consejo del sabio

Consejo del sabio. Se trataba de dos jóvenes que sentían un profundo e inmenso amor respectivamente. Habían decidido vivir juntos, pero tenían miedo que la convivencia pudiera malograr o disminuir su apasionado amor.

Decidieron visitar a un hombre muy anciano que tenía fama de sabio.

- Respetable sabio, nos permitimos importunarte porque nuestro corazón está confundido. Estamos necesitando la luz de tus consejos. Consejo del sabio

El anciano los miró. En su arrugado rostro resaltaban unos ojos magníficos y comprensivos. Una ligera sonrisa brilló en sus labios y respondió con la cabeza.

- Nos amamos tanto -dijo ella- que queremos vivir juntos, pero tenemos miedo. Nos gustaría pasar toda la vida en compañía del otro, pero sabemos que no siempre es fácil y por eso buscamos tu consejo.

El anciano se dio cuenta que estaban sumamente enamorados el uno del otro. Le conmovió ese enamoramiento que parecía empapar esos cuerpos tan jóvenes y esbeltos. Consejo del sabio

- Yo no hago otra cosa que dedicarme a la meditación -dijo el sabio-, pero quiero ayudarlos, claro que sí. ¿Harán lo que les diga?

- Evidentemente -dijeron ambos al unísono.

El anciano dirigiéndose al joven dijo:
- Ve a las tierras del norte y allí encontrarás un pico que se destaca sobre los otros, morada de formidables halcones. Toma el más poderoso y sin dañarlo, tráemelo. Consejo del sabio

Y le dijo a la joven:
- Tú, dirígete a las tierras del sur y allí verás un pico que sobresale sobre los demás, morada de hermosas y valerosas águilas. Toma el mejor ejemplar y sin dañarlo, tráemelo.

Los jóvenes se entrelazaron en un sentido y amoroso abrazo y cada uno partió en una dirección. Fueron difíciles semanas de separación, pero cada uno de ellos consiguió el mejor ejemplar en su especie. Volvieron hasta el bosque donde vivía el anciano sabio y se los mostraron. Consejo del sabio

- Ahora quiero que aten por las patas al halcón y al águila.

Extrañados, así lo hicieron, sin entender las intenciones del sabio.

- Les pido ahora que observen con mucha atención y nunca olviden lo que van a ver.

El halcón y el águila, atados por las patas, intentaron emprender el vuelo, pero una y otra vez fracasaron en el intento. Luego de repetidas e inútiles tentativas, comenzaron a picotearse violentamente entre ellos.

- ¿Se dan cuenta? Nunca dejen de recordar lo que han visto. Ustedes son como un halcón y un águila, pero si se atan, en lugar de ponerse alas de libertad y respetarse el uno al otro, serán como estos magníficos ejemplares, que sólo no pueden remontar el vuelo, sino que se quieren destruir mutuamente. Para que el amor prevalezca tienen que amarse mucho, sí, pero sin ningún tipo de exigencias ni de ataduras. Consejo del sabio

Los jóvenes miraron con agradecimiento al anciano y luego se contemplaron entre sí, pero sabiendo que si querían que su amor perdurase por toda la vida, era necesario "volar" juntos, pero no encadenamos el uno al otro.

Porque cuando se ama se tiende a invadir el espacio de los demás y a dejarse ganar por tendencias de imposición, exigencias o persuasión, por muy sutil que sea la apariencia de estas últimas.

Consejo del sabio

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