LOS HIJOS DESUNIDOS DEL LABRADOR

Los hijos de un labrador vivían en discordia y desunión. Sus exhortaciones eran inútiles para hacerles mudar de sentimientos, por lo cual resolvió darles una lección con la experiencia.

Les llamó y les dijo que le llevaran una gavilla de varas. Cumplida la orden, les dió las varas en haz y les dijo que las rompieran; mas a pesar de todos sus esfuerzos, no lo consiguieron. Entonces deshizo el haz y les dió las varas una a una; los hijos las rompieron facilmente.

- Ahí tienen! les dijo el padre-. Si también ustedes, hijos míos, permanecen unidos, serán invencibles ante sus enemigos; pero estando divididos serán vencidos uno a uno con facilidad.

Nunca olvides que en la unión se encuentra la fortaleza.

SI TUVIERA...SERÍA FELIZ

Cuentan que una vez un hombre caminaba por la playa en una noche de luna llena mientras pensaba:

- “Si tuviera un auto nuevo, sería feliz”
- ” Si tuviera una casa grande, sería feliz”
- ” Si tuviera un excelente trabajo, sería feliz”
- ” Si tuviera pareja perfecta, sería feliz”



En ese momento, tropezó con una bolsita llena de piedras y empezó a tirarlas una por una al mar cada vez que decía: “Sería feliz si tuviera…”

Así lo hizo hasta que solamente quedaba una piedrita en la bolsa, la cual guardó. Al llegar a su casa se dio cuenta de que aquella piedrita era un diamante muy valioso. ¿Te imaginas cuantos diamantes arrojó al mar sin detenerse y apreciarlos?

¿Cuántos de nosotros pasamos arrojando nuestros preciosos tesoros por estar esperando lo que creemos perfecto o soñado y deseando lo que no se tiene, sin darle valor a lo que tenemos cerca nuestro?

Mira a tu alrededor y si te detienes a observar te darás cuenta de lo afortunado que eres, muy cerca de ti está tu felicidad, y no le has dado la oportunidad de demostrarlo.

Cada uno de nuestros días es un diamante precioso, valioso e irremplazable.
Depende de ti aprovecharlo o lanzarlo al mar del olvido para nunca más poder recuperarlo.

NUESTRA VIDA

Un viejo carpintero estaba listo para retirarse. Le comunicó a su

empleador acerca de sus planes de dejar el trabajo en la industria

de construcción de casas y vivir una vida mas placentera con su

esposa y su familia. El extrañaría el salario que recibía pero quería

retirarse.

El empleador estaba triste de ver que un buen empleado se retiraba

y le pidió, como favor personal, que construyera una última casa. El

carpintero dijo que sí pero con el tiempo se vió que su corazón y

su esfuerzo no estaban en el trabajo. No hizo bien su labor y

seleccionó materiales de baja calidad. Fué la peor casa que había

construido en la vida.

Fué una manera infortunada de terminar su carrera. Cuando el

carpintero terminó el trabajo y el empleador vino a inspeccionar, le abrió la puerta al carpintero, lo invitó a seguir y le

dijo "Esta es tu casa, mi regalo para tí".

Que lástima! Qué arrepentimiento! "Si hubiera sabido que esta iba a

ser mi casa la construyo de manera diferente" dijo el carpintero.

Ahora tenía que vivir en la casa que el mismo había construido y

era un desastre.

Lo mismo sucede con nosotros. Construimos nuestra vida de una

manera displicente. De una manera reactiva en lugar de positiva.

Esperamos el lugar de actuar. Ponemos mucho menos de lo que tenemos en nuestros esfuerzos y vivimos en una permanente queja tratando de culpar a los demás de nuestra situación..

En cosas importantes, con la familia, amigos, el trabajo, etc., no

damos lo mejor que tenemos. Entonces, con sorpresa, nos encontramos viviendo en la casa que nosotros mismos hemos construido. "Si hubiera sabido habría actuado diferente" pensamos.

Piense en Ud. mismo como el carpintero. Piense acerca de su casa.

Cada día, cuando tenga que clavar un clavo, colocar una división o

levantar una pared, hágalo sabiamente, hágalo con amor y dé lo mejor que tiene. Es la única vida que llegará a construir. Aún si vive solo por un día más, ese día merece vivirse de una manera digna y gratificante.

La placa sobre la pared dice "LA VIDA ES UN PROYECTO DE

AUTOCONSTRUCCION". Su vida hoy es el resultado de sus actitudes y decisiones del pasado. Su vida mañana será el resultado de sus actitudes y decisiones de hoy.

EL ÁGUILA Y EL ESCARABAJO

Estaba una liebre siendo perseguida por un águila, y viéndose perdida pidió ayuda a un escarabajo, suplicándole que le salvara.

Le pidió el escarabajo al águila que perdonara a su amiga. Pero el águila, despreciando la insignificancia del escarabajo, devoró a la liebre en su presencia.

Desde entonces, buscando vengarse, el escarabajo observaba los lugares donde el águila ponía sus huevos, y haciéndolos rodar, los tiraba a tierra. Viéndose el águila echada del lugar a donde quiera que fuera, recurrió a Zeus pidiéndole un lugar seguro para depositar sus futuros pequeñuelos.

Le ofreció Zeus colocarlos en su regazo, pero el escarabajo, viendo la táctica escapatoria, hizo una bolita de barro, voló y la dejó caer sobre el regazo de Zeus. Se levantó entonces Zeus para sacudirse aquella suciedad, y tiró por tierra los huevos sin darse cuenta. Por eso desde entonces, las águilas no ponen huevos en la época en que salen a volar los escarabajos.

Nunca desprecies lo que parece insignificante, pues no hay ser tan débil que no pueda alcanzarte.

LO QUE HE APRENDIDO EN LA VIDA

· He aprendido que no puedo hacer que alguien me ame, solo convertirme en alguien a quien se pueda amar; el resto ya depende de los otros.

· He aprendido que por mucho que me preocupe por los demás, muchos de ellos no se preocuparan por mí.

· He aprendido que puede requerir años para construir la confianza y únicamente segundos para destruirla.

· He aprendido que lo que verdaderamente cuenta en la vida, no son las cosas que tengo alrededor sino las personas que tengo alrededor.

· He aprendido que puedo encantar a la gente por unos 15 minutos; después de eso necesito poder hacer más.

· He aprendido que no debo compararme con lo mejor de lo que hacen los demás, sino con lo mejor que puedo hacer yo.

· He aprendido que lo más importante no es lo que me sucede sino lo que hago al respecto.

· He aprendido que hay cosas que puedo hacer en un instante que ocasionan dolor durante toda la vida.

· He aprendido que es importante practicar para convertirme en la persona que yo quiero ser.

· He aprendido que es muchísimo más fácil reaccionar que pensar...y más satisfactorio pensar que reaccionar.

· He aprendido que siempre debo despedirme de las personas que amo con palabras amorosas; podría ser la última vez que los veo.

· He aprendido que puedo llegar mucho más lejos de lo que pensé posible.

· He aprendido que soy responsable de lo que hago, cualquiera que sea el sentimiento que tengo.

· He aprendido que o controlo mis actitudes o ellas me controlan a mi.

· He aprendido que por tan apasionada que sea la relación en un principio, la pasión se desvanece y algo más debe tomar su lugar.

· He aprendido que los héroes son las personas que hacen aquello de lo que están convencidos, a pesar de las consecuencias.

· He aprendido que aprender a perdonar requiere mucha práctica.

· He aprendido que el dinero es un pésimo indicador de valor de algo o alguien.

· He aprendido que con los amigos podemos hacer cualquier cosa o no hacer nada y tener el mejor de los momentos.

· He aprendido que a veces las personas que creo que me van a patear cuando estoy caído, son aquellas que me ayudan a levantar.

· He aprendido que en muchos momentos tengo el derecho de estar enojado, más no, el derecho de ser cruel.

· He aprendido que la verdadera amistad y el verdadero amor continúan creciendo a pesar de las distancias.

· He aprendido que simplemente porque alguien no me ama de la manera en que yo quisiera, no significa que no me ama a su manera.

· He aprendido que la madurez tiene más que ver con las experiencias que he tenido y aquello que he aprendido de ellas, que con el número de años cumplidos.

· He aprendido que nunca debo decirle a un niño que sus sueños son tontos; pocas cosas son más humillantes y que tragedia sería si él lo creyera.

· He aprendido que por bueno que sea el buen amigo, tarde o temprano me voy a sentir lastimado por él y debo saber perdonarlo por ello.

· He aprendido que no siempre es suficiente ser perdonado por los otros; a veces tengo que perdonarme a mí mismo.

· He aprendido que por más fuerte que sea mi duelo, el mundo no se detiene por mi dolor.

· He aprendido que mientras mis antecedentes y circunstancias pueden haber influenciado en lo que soy, yo soy responsable de lo que llego a ser.

· He aprendido que a veces cuando mis amigos pelean, estoy obligado a tomar partido aun cuando no lo deseo.

· He aprendido que simplemente porque dos personas pelean, no significa que no se aman la una a la otra; y simplemente porque dos personas no discuten, no significa que si se aman.

· He aprendido que no tengo que cambiar de amigos si comprendo que los amigos cambian.

· He aprendido que no debo ufanarme de averiguar un secreto; podría cambiar mi vida para siempre.

· He aprendido que dos personas pueden mirar a la misma cosa y ver algo totalmente diferente.

· He aprendido que por más que trato de proteger a mis hijos, ellos a la larga se lastiman y con eso me lastimo en el proceso.

· He aprendido que hay muchas maneras de enamorarse y permanecer enamorado.

· He aprendido que sin importar las consecuencias, cuando soy honesto conmigo mismo llego más lejos en la vida.

· He aprendido que muchas cosas pueden ser generadas por la mente; el truco es el autodominio.

· He aprendido que por muchos amigos que tenga, si me convierto en su salvador, me sentiré solitario y perdido en los momentos en los que más los necesito.

· He aprendido que puedo cambiar mi vida en cuestión de horas ante la influencia de personas que ni siquiera me conocen.

· He aprendido que aun cuando pienso que no puedo dar más, cuando un amigo pide ayuda, logro encontrar la fortaleza para ayudarlo.

· He aprendido que tanto escribir como hablar puede aliviar los dolores emocionales.

· He aprendido que el paradigma en el que vivo, no es la única opción que tengo.

· He aprendido que los títulos sobre la pared no nos convierten en seres humanos decentes.

· He aprendido que las personas se mueren demasiado pronto.

· He aprendido que aunque la palabra amor pueda tener diferentes significados, pierde su valor cuando se usa con ligereza.

· He aprendido que es muy difícil determinar donde fijar el limite entre no herir los sentimientos de los demás y defender lo que creo.

LA FELICIDAD

Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después de casarnos, después de tener un hijo, y entonces después de tener otro.

Entonces nos sentimos frustrados de que los hijos no son lo suficientemente grandes y que seremos más felices cuando lo sean. Después de eso nos frustramos porque son adolescentes (difíciles de tratar).

Ciertamente seremos más felices cuando salgan de esta etapa.

Nos decimos que nuestra vida estará completa cuando a nuestro esposo/a

le vaya mejor, cuando tengamos un mejor automóvil o una mejor casa, cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando estemos retirados.

La verdad es que no hay mejor momento para ser felices que ahora. ¿Si no es ahora, cuándo?.

Tu vida siempre estará llena de retos.

Es mejor admitirlo y decidir ser felices de todas formas.

Alfred Souza, dijo:

"Por largo tiempo parecía para mí que la vida estaba a punto de comenzar;

la vida de verdad. Pero siempre había algún obstáculo en el camino, algo

que resolver primero, algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar.

Entonces la vida comenzaría.. Hasta que me di cuenta que estos obstáculos

eran mi vida". Esta perspectiva me ha ayudado a ver que no hay un camino a la felicidad.

La felicidad "es" el camino. Así que, atesora cada momento que tienes, y atesóralo más cuando lo compartiste con alguien especial,

lo suficientemente especial para compartir tu tiempo, y recuerda que el tiempo no espera por nadie...

Así que deja de esperar hasta que termines la escuela, hasta que vuelvas a la escuela, hasta que bajes de peso, hasta que tengas hijos,

hasta que tus hijos se vayan de casa, hasta que te cases, hasta que te divorcies, hasta el viernes por la noche, hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, el verano, el otoño

o el invierno, o hasta que mueras, para decidir que no hay mejor momento que este para ser feliz.

La felicidad es un trayecto, no un destino. Trabaja como si no necesitaras dinero, ama como si nunca te hubieran amado y baila como si nadie te estuviera viendo.

EL ELEFANTE

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales.

También a mi como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacia despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal ... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.

Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente: Qué lo mantiene entonces?, Por qué no huye?

Cuando tenia cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.

Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado... ¿Por qué lo encadenan?

No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.

Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca ... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.

Hace algunos años descubrí que por suerte para mi alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta:

"El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño".

Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que seguía...

Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Este elefante enorme y poderoso no escapa porque cree que NO PUEDE.

El tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sentís poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro.

Jamás... Jamás ... intentó poner a prueba su fuerza otra vez ...

Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad.

Vivimos creyendo que un montón de cosas "no podemos" simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos.

Grabamos en nuestro recuerdo: No puedo... No puedo y nunca podré.

Crecimos portando ese mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a intentar.

La única manera de saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento TODO TU CORAZON.

EL PORTERO DEL BOTIQUIN

No había en el pueblo peor oficio que el de portero del botiquín.

Pero que otra cosa podría hacer aquel hombre? De hecho, nunca había aprendido a leer ni a escribir, no tenia ninguna otra actividad ni oficio.

Un día se hizo cargo del botiquín un joven con inquietudes, creativo

y emprendedor. El joven decidió modernizar el negocio.

Hizo cambios y despues cito al personal para darle nuevas

instrucciones. Al portero, le dijo: A partir de hoy usted, además

de estar en la puerta, me va a preparar un reporte semanal donde

registrará la cantidad de personas que entran día por día y anotará sus comentarios y recomendaciones sobre el servicio.

El hombre tembló, nunca le había faltado disposición al trabajo

pero..... Me encantaría satisfacerlo, señor - balbuceó - pero yo... yo no sé

leer ni escribir.

Ah! ?Cuanto lo siento!

-Pero señor, usted no me puede despedir, yo trabajé en esto toda mi

vida. No lo dejó terminar.

Mire, yo comprendo, pero no puedo hacer nada por usted. Le vamos a

dar una indemnización para que tenga hasta que encuentre otra cosa. Asi que, lo siento. Que tenga suerte.

Y sin más, se dio vuelta y se fué.

El hombre sintió que el mundo se derrumbaba. Nunca había pensado que

podría llegar a encontrarse en esa situación. ? Qué hacer?

Recordó que en el botiquín, cuando se rompía una silla o se arruinaba

una mesa, él, con un martillo y clavos lograba hacer un arreglo sencillo

y provisorio. Pensó que esta podría ser una ocupación transitoria hasta

conseguir un empleo.

El problema es que solo contaba con unos clavos oxidados y una tenaza

mellada. Usaría parte del dinero para comprar una caja de herramientas

completa.

Como en el pueblo no había una ferretería, debía viajar dos días en

mula para ir al pueblo mas cercano a realizar la compra.

Qué mas dá? Pensó, y emprendió la marcha.

A su regreso, traía una hermosa y completa caja de herramientas. De

inmediato su vecino llamó a la puerta de su casa.

-Vengo a preguntarle si no tiene un martillo para prestarme.

-Mire, sí, lo acabo de comprar pero lo necesito para trabajar... como

me quedé sin empleo...

-Bueno, pero yo se lo devolvería mañana bien temprano.

-Está bien.

A la manana siguiente, como había prometido, el vecino tocó la

puerta.

-Mire, yo todavía necesito el martillo. ?Por qué no me lo vende?

-No, yo lo necesito para trabajar y además, la ferretería está a dos

días de mula.

-Hagamos un trato -dijo el vecino- Yo le pagaré los dos días de ida y

los dos de vuelta, mas el precio del martillo, total usted esta sin

trabajar.

Qué le parece?.

Realmente, esto le daba trabajo por cuatro días... Acepto. Volvió a

montar su mula. Al regreso, otro vecino lo esperaba en la puerta de su casa.

-Hola, vecino. Usted le vendió un martillo a nuestro amigo?

-Sí...

-Yo necesito unas herramientas, estoy dispuesto a pagarle sus cuatros

días de viaje, mas una pequeña ganancia. Yo no dispongo de tiempo para el

viaje.

El ex-portero abrió su caja de herramientas y su vecino eligió una

pinza, un destornillador, un martillo y un cincel. Le pagó y se fué.

"...No dispongo de cuatro días para compras", recordaba. Si esto era

cierto, mucha gente podría necesitar que el viajara a traer

herramientas.

En el siguiente viaje arriesgó un poco más del dinero trayendo más

herramientas que las que había vendido. De paso, podría ahorrar algún

tiempo de viajes.

La voz empezó a correrse por el barrio y muchos quisieron evitarse el

viaje.

Una vez por semana, el ahora corredor de herramientas viajaba y

compraba lo que necesitaban sus clientes.

Alquiló un galpón para almacenar las herramientas y algunas semanas

después, con una vidriera, el galpon se transformó en la primer

ferretería del pueblo.

Todos estaban contentos y compraban en su negocio. Ya no viajaba, los

fabricantes le enviaban sus pedidos. El era un buen cliente. Con el

tiempo, las comunidades cercanas preferían comprar en su ferretería y ganar dos días de marcha.

Un día se le ocurrió que su amigo, el tornero, podría fabricar para

él las cabezas de los martillos. Y luego, ?por qué no? Las tenazas... y las

pinzas... y los cinceles. Y luego fueron los clavos y los

tornillos...

Para no hacer muy largo el cuento, sucedió que en diez años aquel

hombre se transformo con honestidad y trabajo en un millonario

fabricante de herramientas. Un día decidió donar a su pueblo una

escuela. Alli se enseñaría, además de leer y escribir, las artes y

oficios mas prácticos de la época.

En el acto de inauguración de la escuela, el alcalde le entregó las

llaves de la ciudad, lo abrazó y le dijo:

-Es con gran orgullo y gratitud que le pedimos nos conceda el honor de

poner su firma en la primer hoja del libro de actas de la nueva escuela.

-El honor sería para mí - dijo el hombre -. Creo que nada me gustaría

más que firmar allí, pero yo no sé leer ni escribir. Yo soy analfabeto.

-Usted? - dijo el Alcalde, que no alcanzaba a creerlo -?Usted

construyó un imperio industrial sin saber leer ni escribir? Estoy

asombrado. Me pregunto, ?qué hubiera sido de usted si hubiera

sabido leer y escribir?

- Yo se lo puedo contestar - respondió el hombre con calma -. Si yo

hubiera sabido leer y escribir... seria portero del botiquín!.

Generalmente los cambios son vistos como adversidades.

Las adversidades encierran bendiciones.

Las crisis estan llenas de oportunidades.

Cambiar siempre será la opción más segura.

GRAN DÍA

Esta mañana desperté emocionado con todas las cosas que tengo que hacer antes de que el reloj marque la medianoche. Tengo responsabilidades que cumplir hoy.

Soy importante. Mi trabajo es escoger que clase de día voy a tener.

Hoy puedo quejarme porque el día este lluvioso o puedo dar gracias a Dios porque las plantas estén siendo regadas gratis.

Hoy me puedo sentir triste porque no tengo mas dinero o puedo estar contento de que mis finanzas me empujan a planear mis compras con inteligencia y me guían lejos de la perdida.

Hoy puedo quejarme de mi salud o puedo regocijarme de que estoy vivo.

Hoy puedo lamentarme de todo lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo o puedo sentirme agradecido que me permitieran haber nacido.

Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.

Hoy puedo autocompadecerme por no tener muchos amigos o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir nuevas relaciones.

Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo que hacer.

Hoy puedo llorar porque no tengo un amor al cual abrazar, o simplemente pensar que en algún sitio hay alguien que espera por mi...

Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela o puedo abrir mi mente enérgicamente y llenarla con nuevos y ricos conocimientos.

Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo que hacer las labores del hogar o puedo sentirme honrado porque El Señor me ha dado un techo para mi mente, cuerpo y alma.

Hoy se presenta ante mi esperando a que yo le de forma, y aquí estoy, el escultor que tiene que darle forma.

Lo que suceda hoy depende de mi, yo debo escoger que tipo de día voy a tener.

Ten un gran día, a menos que tengas otros planes.

LA MONTAÑA DE LAS DIFICULTADES

En la selva vivían tres leones. Un día el mono, el representante electo por los animales, convocó a una reunión para pedirles una toma de decisión: Todos nosotros sabemos que el león es el rey de los
animales, pero para una gran duda en la selva: existen tres leones y los tres son muy fuertes. ¿A cuál de ellos debemos rendir obediencia? ¿Cuál de ellos deberá ser nuestro Rey?

Los leones supieron de la reunión y comentaron entre si: -Es verdad, la preocupación de los animales tiene mucho sentido. Una selva no puede tener tres reyes. Luchar entre nosotros no queremos ya que
somos muy amigos... Necesitamos saber cual será el elegido, pero ¿Cómo descubrirlo?.

Otra vez los animales se reunieron y después de mucho deliberar, le comunicaron a los tres leones la decisión tomada: Encontramos una solución muy simple para el problema, y decidimos que ustedes tres van a escalar la Montaña Difícil. El que llegue primero a la cima será consagrado nuestro Rey.

La Montaña Difícil era la más alta de toda la selva. El desafío fue aceptado y todos los animales se reunieron para asistir a la gran escalada.

El primer león intentó escalar y no pudo llegar.
El segundo empezó con todas las ganas, pero, también fue derrotado.
El tercer león tampoco lo pudo conseguir y bajó derrotado.

Los animales estaban impacientes y curiosos; si los tres fueron derrotados, ¿Cómo elegirían un rey?

En este momento, un águila, grande en edad y en sabiduría, pidió la palabra: ¡Yo sé quien debe ser el rey! Todos los animales hicieron silencio y la miraron con gran expectativa.

¿Cómo?, Preguntaron todos. Es simple... dijo el águila. Yo estaba volando bien cerca de ellos y cuando volvían derrotados en su escalada por la Montaña Difícil escuché lo que cada uno dijo a la
Montaña.

El
primer león dijo: - ¡Montaña, me has vencido!
El segundo león dijo: - ¡Montaña, me has vencido!
El tercer león dijo: - ¡Montaña, me has vencido, por ahora! Pero ya llegaste a tu tamaño final y yo todavía estoy creciendo.

La diferencia, completó el águila, es que el tercer león tuvo una actitud de vencedor cuando sintió la derrota en aquel momento, pero no desistió y quien piensa así, su persona es más grande que su
problema: él es el rey de si mismo, y está preparado para ser rey de los demás.

Los animales aplaudieron entusiasmadamente al tercer león que fue coronado. El Rey de los Animales.

Moraleja: No tiene mucha importancia el tamaño de las dificultades o situaciones que tengas. Tus problemas, por lo menos la mayor parte de las veces, ya llegaron al nivel máximo, pero no tú. Tú todavía estás creciendo y eres más grande que todos tus problemas juntos.

Todavía no llegaste al límite de tu potencial y de tu excelencia.

La Montaña de las Dificultades tiene un tamaño fijo, limitado. !Tu todavía estás creciendo

AVIVAR LA LLAMA INTERIOR

Cuentan que un rey muy rico de la India, tenía fama de ser indiferente a las riquezas materiales y hombre de profunda religiosidad, cosa un tanto inusual para un personaje de su categoría.

Ante esta situación y movido por la curiosidad, un súbdito quiso averiguar el secreto del soberano para no dejarse deslumbrar por el oro, las joyas y los lujos excesivos que caracterizaban a la nobleza de su tiempo.

Inmediatamente después de los saludos que la etiqueta y cortesía exigen, el hombre preguntó: Majestad, ¿cuál es su secreto para cultivar la vida espiritual en medio de tanta riqueza?

El rey le dijo: “Te lo revelaré, si recorres mi palacio para comprender la magnitud de mi riqueza. Pero lleva una vela encendida. Si se apaga, te decapitaré”.

Al término del paseo, el rey le preguntó: “¿Qué piensas de mis riquezas?”

La persona respondió: “No vi nada. Sólo me preocupé de que la llama no se apagara”.

El rey le dijo: “Ese es mi secreto. Estoy tan ocupado tratando de avivar mi llama interior, que no me interesan las riquezas de fuera”

LA MARIPOSA

Un hombre encontró un capullo de una mariposa y se lo llevó a casa para poder ver a la mariposa cuando saliera del capullo.

Un día vio que había un pequeño orificio y entonces se sentó a observar por varias horas, viendo que la mariposa luchaba por abrirlo mas grande y poder salir.

El hombre vio que la mariposa forcejeaba duramente para poder pasar su cuerpo a través del pequeño agujero, hasta que llegó un momento en el que pareció haber cesado de forcejear, pues aparentemente no progresaba en su intento.

Parecía que se había atascado. Entonces el hombre, en su bondad, decidió ayudar a la mariposa y con una pequeña tijera cortó al lado del agujero para hacerlo más grande y ahí fue que por fin la mariposa pudo salir del capullo. Sin embargo, al salir la mariposa tenía un cuerpo muy hinchado y unas alas pequeñas y dobladas.

El hombre continuó observando, pues esperaba que en cualquier instante las alas se desdoblarían y crecerían lo suficiente para soportar al cuerpo, el cual se contraería al reducir lo hinchado que estaba.

Ninguna de las dos situaciones sucedieron y la mariposa solamente podía arrastrarse en círculos con su cuerpecito hinchado y sus alas dobladas. Nunca pudo llegar a volar.

Lo que el hombre en su bondad y apuro no entendió, fue que la restricción de la apertura del capullo y la lucha requerida por la mariposa, para salir por el diminuto agujero, era la forma en que la naturaleza forzaba fluidos del cuerpo de la mariposa hacia sus alas, para que estuviesen grandes y fuertes y luego pudiese volar.

La libertad y el volar solamente podían llegar luego de la lucha. Al privar a la mariposa de la lucha, también le fue privada su salud.

Algunas veces las luchas son lo que necesitamos en la vida. Si la naturaleza nos permitiese progresar por nuestras vidas sin obstáculos, nos convertiría en inválidos. No podríamos crecer y ser tan fuertes como podríamos haberlo sido.

Cuánta verdad hay en esto! Cuántas veces hemos querido tomar el camino corto para salir de dificultades, tomando esas tijeras y recortando el esfuerzo para poder ser libres.

Necesitamos recordar que nunca recibimos más de lo que podemos soportar y que a través de nuestros esfuerzos y caídas, somos fortalecidos así como el oro es refinado con el fuego.

Nunca permitamos que las cosas que no podemos tener, o que no tenemos, o que no debamos tener, interrumpan nuestro gozo de las cosas que tenemos y podemos tener. Nunca pensemos ni nos enfoquemos en lo que no tenemos, disfrutemos cada instante de cada día por lo que tenemos y nos ha sido dado!!!