El vuelo del halcón

Vuelo del halcón

Vuelo del halcón. Un monarca obtuvo como regalo 2 pequeños halcones y los confirió a el experto en cetrería para que los adiestrara.

Pasado algunos períodos, el experto le manifestó a el soberano que 1 de las aves rapaces estaba correctamente, no obstante al otro, no sabía que le ocurría puesto que no se había movido de la rama en donde lo dejó, desde el día que vino.

El monarca dispuso llamar a brujos y curadores para que observaran al ave rapaz, sin embargo ninguno logró hacerlo lanzar.

Al día siguiente el soberano dispuso notificar a su poblado que entregaría una gratificación al individuo que lograra hacer volar al ave. Vuelo del halcón
Al siguiente día, vio al halcón sobrevolando avivadamente por los campos. El monarca le voceó a su corte:
-Tráiganme al ejecutor de este fenómeno.

Su corte le trajo a un sumiso labrador. El monarca le indagó:
-¿Tú has hecho lanzar al ave rapaz? ¿Cómo lo has hecho? ¿Eres sino un mago?

Encogido el labrador le manifestó al soberano:
-Fue muy fácil, mi Rey, sólo seccioné la rama y el cernícalo se elevó, él mismo se dio cuenta de que poseía alas y se soltó a volar. Vuelo del halcón

¿Tu sabes que posees alas? ¿Tu sabes que puedes volar? ¿A qué te estás agarrando? ¿De qué no te logras librar?

No podrás encontrar otros mares salvo que poseas las agallas para volar.

Habitamos en el interior de una zona de confort, en aquel lugar están nuestros miedos, nuestros esfuerzos y nuestras restricciones. En esa franja rige nuestro pasado y nuestra tradición, y por lo general pensamos que es nuestro exclusivo sitio y forma de vivir.

Poseemos sueños, ambicionamos resultados sin embargo no vivimos preparados a correr peligros, nos conformamos con lo que poseemos, pensamos que es lo único y factible y aprendemos a vivir a partir de la resignación. Vuelo del halcón

El liderazgo es la facultad que conseguimos alcanzar cuando vivimos preparados a correr peligros, cuando aprendemos a transitar en la cuerda floja, cuando vivimos dispuestos a alzar la vara que evalúa nuestra capacidad.

Un genuino guía posee:
- Coraje para tomar decisiones difíciles.

- Seguridad en sí mismo para permanecer sólo.

- Ternura suficiente para escuchar las miserias de los demás.

- Audacia, para transitar hacia nuevos horizontes con pasión

La persona no busca ser un cabecilla, se convierte en uno de ellos por la aptitud de sus actividades y la moralidad de sus tentativas.

Los líderes son como las aves rapaces, no sobrevuelan en multitudes, los hallas cada tanto y sobrevolando alto.

Vuelo del halcón

1 comentario:

Juan Bautista Cisneros Gongora dijo...

Esta fábula nos enseña que no debemos ser conformista con nuestro entorno y que debemos estar siempre en movimiento hacia lo nuevo lo desconocido para poder superar cada día los difíciles desafíos de la vida diaria aprendiendo cada día algo nuevo