LA PUNTA DEL JAMÓN

Gustavo y María se acaban de casar. Están felices de haber decidido caminar juntos en el camino de la vida, se aman muy profundamente y tratan de demostrarlo en detalles diarios.


A Gustavo le encanta disfrutar de una buena comida y le da mucho placer cocinar a María. El plato favorito de Gustavo es el jamón al horno, pierna entera asada lentamente.

María, sabiendo esto, decide ir a la mejor receta posible para agasajar a su amante con su plato favorito. Recuerda muy bien que su madre cocina este plato y pide la receta. Recibe las instrucciones oportunas y se pone a trabajar.

Cuando María lleva el jamón a la mesa, Gustavo es consciente de un detalle y le hace una pregunta:

- "¿Por qué le has cortado la punta? es la parte que me gusta.!"

María piensa un momento y responde:

- "Bueno, mi madre me dio la receta y dijo que tenía que cortarle la punta al jamón para cocinarlo"

- "Qué extraño", respondió Gustavo. "Es precisamente la parte que me gusta y no entiendo por qué se lo has quitado."

Con esta pregunta en mente, los días de María después de que su madre le pregunta por qué hay que cortar la punta del jamón.
La madre piensa por un momento y sólo tiene una respuesta:

- "La abuela siempre lo ha cocinado de esta manera, siempre corte al final. Creo que es mejor preguntarle a la abuela para saber por qué.."

Sin perder tiempo y tratando de desentrañar el misterio del jamón cocido, Marìa llama y le pregunta a su abuela:

- "Abuela, ¿por qué siempre se corta la punta del jamón antes de cocinar?"

La abuela, sorprendida por la pregunta obvia, responde:

- "Porque mi horno es muy pequeño, y el jamón no cabe entero!"

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