Mi Apreciado Doctor
Mi
apreciado doctor. Apreciado Doctor Landinez : Hace dos
semanas por nada del mundo le hubiera escrito a usted esta carta, que es una
carta de agradecimiento. Hoy no sé si quisiera volverlo a encontrar en mi vida,
pero al menos sé con certeza que no me amargaré con su recuerdo, ni cargaré con
pesos emocionales mi dura y dolorosa experiencia como su alumna.
Estoy feliz de haber terminado mi internado, para mí
fue una pesadilla más que recibir mi grado; me alegro no tener que manejar más
la tensión de mi relación con usted, creo que usted hizo lo posible por hacerme la vida más
difícil. Mi apreciado doctor
En toda mi carrera de medicina con lo dura y
exigente que fue y mi compromiso de ser siempre la mejor estudiante, sin
importar que tuviera que esforzarme lo que fuera, nunca, nunca nadie fue
conmigo como usted. Usted me cargó con
más pacientes que a ninguno de mis compañeros. Usted me pedía que supiera cosas
que a nadie más le exigía.
Cuando me esforzaba para que todo estuviera bien, usted
se fijaba en el pequeño detalle que se me había pasado, me gritaba y me
invalidaba delante de todos mis compañeros, los pacientes y el personal del
hospital.
No importaba lo que yo hiciera, usted tenía para
otros que se esforzaban menos y nunca para mí las palabras gentiles y el
reconocimiento. Mi apreciado doctor
Cuando pasé por momentos difíciles en mi vida
personal, usted no me dio respiro, a pesar de que usted sabía por qué estaba
pasando yo, jamás me dio un permiso adicional o fue tolerante conmigo.
Cuando traté de buscar una tregua, un acercamiento con usted aunque me comiera mi
orgullo y mis emociones, solo encontraba su frialdad, sus chistes mordaces o sus comentarios
invalidantes.
Fueron muchas las noches en las que le dediqué mis
desvelos y los momentos gratos que nuble, porque solo pensaba en el problema que
usted se convirtió para mí en mi vida, pues no me podía dar el lujo de perder
su curso. Mi apreciado doctor
Le confieso que en toda mi vida, nunca había tenido
tantas fantasías peleando con alguien en mis pensamientos o deseando lo peor
para usted, por eso quiero disculparme, porque decidí que usted, aunque no me
quisiera fue mi mejor maestro.
Gracias por que usted me ayudó a encontrar que puedo
manejar mucho más de lo que antes ni soñaba. Mi apreciado doctor
Gracias porque me enseño que puedo hacer mi trabajo
con excelencia a pesar de mis emociones negativas o mis tormentos emocionales.
Gracias porque me enseñó a enfocarme en buscar lo
mejor de una persona a pesar de que ella haga todo lo posible para mostrarme lo
peor de ella. Mi apreciado doctor
Gracias, porque me enseñó a no condicionar la
calidad de mi trabajo a la aprobación fácil de otros, y a saber que lo que
tengo que hacer lo tengo que hacer por mi aunque nadie lo reconozca.
Gracias por enseñarme a ser más leal a mi corazón y
a mis valores que a las salidas o conciliaciones fáciles.
Gracias por haber sido mi mejor maestro, porque
ahora sé que un buen maestro es el que me lleva a encontrar lo mejor de mí.
Mi apreciado doctor
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